Desde el 23 de septiembre está disponible en la modalidad de preventa por internet el libro sobre Giuliano Gemma que trata la carrera en España y con españoles del actor italiano. El volumen cuenta con 19 entrevistas a compañeros y amigos como Nazzareno Zamperla, Álvaro de Luna, Elisa Montés, Diego Fernández y Curro Sánchez, taxistas de las estrellas que lucían por Almería, Diego Rodríguez, especialista e hijo del guarda del poblado Fort Bravo en la época, Salvatore Borgese, Carlo Mucari, Nieves Navarro, Gabriella Giorgelli, Monica Tessari, Nino Benvenuti, Paco Ardura, Helena Rojo o el director de producción José Salcedo (amén de otros testimonios) que relatan anécdotas sobre él y sus películas retratando de paso, de ese modo, el cine giuliano en las distintas épocas en las que el intérprete visitó nuestro país.
Con prólogo del crítico cinematográfico Carlos Aguilar, presentación de la actriz Assumpta Serna y epílogo de la hija de Giuliano Gemma, Vera, la obra tiene fecha de salida oficial el 7 de octubre.
Se puede adquirir desde ya el libro con dedicatoria de la autora (que es la que escribe estas líneas) y leer las primeras páginas a través de la web de la editorial, Dilatando Mentes:
Ya está disponible el programa oficial del Almería Western Film Festival, que se celebrará del 6 al 9 de octubre en la localidad de Tabernas y los poblados Mini-Hollywood y Fort Bravo. Este año contarán con la presencia de Terence Hill, al que otorgarán el Premio Tabernas de Cine, y de las hijas de Giuliano Gemma, que presentarán por primera vez en España el documental que rodaron en vida de su padre, "Giuliano Gemma: Un italiano en el mundo".
Giuliana y Vera Gemma en el Festival de Cine de Roma, donde presentaron también el documental en 2013
Son, sin duda, los platos fuertes del Festival que brilla cada vez más con luz propia; pero, si consultan el programa, verán que no tiene desperdicio (conferencias, encuentros, exposiciones, espectáculos, proyecciones...). Cabe destacar también el premio LEONE IN MEMORIAM a Fernando Sancho, que recogerán sus hijos, y el premio ASFAAN (Asociación de Festivales Audiovisuales de Andalucía) a José Salcedo, productor, entre muchas, de "Por techo, las estrellas", película, protagonizada por Giuliano Gemma, que da título a este blog.
“Arizona Colt”
(1966) es el primer western que rodaron juntos Giuliano Gemma y el director
siciliano Michele Lupo. Antes habían coincidido, en la época peplumita, en
“Maciste, l’eroe più grande del mondo” (1963), y después rodarían unos cuantos
films más, a saber, “”Ben y Charlie” (1972), “Un hombre a respetar” (1972),
“Africa Express” (1974) y “California” (1977).
TRÁILER
El bandido Gordon
Watch (Fernando Sancho) libera a unos presos con la intención de reclutarlos en
su panda. Todos aceptan menos Arizona Colt, que es un pistolero que va por
libre. Según él, “lo debe pensar”. Esto enfurece a Gordon, que trata de matarlo
sin ningún éxito. Mientras Arizona aparece y desaparece mortificando los planes
de Gordon, éste pretende robar un banco en Blackstone City. Uno de sus hombres
(Nello Pazzafini) mata a la hija del dueño de un saloon (Rosalba Neri) porque
ésta le descubre accidentalmente la marca de la banda grabada en un brazo. El
padre de ella (Andrea Bosic) contrata a Arizona para que encuentre al asesino
de su hija a cambio de 500 dólares y de una concesión un tanto especial: pasar
una noche con su otra hija (Corinne Marchand).
Giuliano Gemma en
el esplendor de su carrera westerniana, en plena forma física (saltos varios
a/desde tejados, piruetas en el caballo, volteos de revólver) encarna su
personaje tipo; el caradura solitario, fanfarrón, alegre y simpático. La
picardía o ingenio que lo guía sigue la estela de aquel jovencito saltimbanqui
de “Arrivano i titani” (Duccio Tessari, 1961) que destacaba entre sus hermanos
los titanes por la inteligencia más que por la fuerza, aunque Arizona Colt
también arree puñetazos (el personaje evoluciona). Como ya hiciera Ringo Cara de Ángel, hermano de estos dos, Arizona
torea al jefe mexicano, que también es interpretado por Fernando Sancho, y
tiene su frasecita estelar. Ringo, “es cuestión de principios”; Arizona, “lo
debo pensar”.
Arizona también
se caracteriza por la elegancia en el vestir. Va como un pincel, de azul marino
y chaleco blanco estampado, cuida su imagen, y monta un caballo algo peculiar,
blanco con manchas marrones. En suma, tiene estilo propio.
No había mejor
actor para interpretar al capo de los bandidos que Fernando Sancho. Aparte de
la complicidad en el careo protagonista/antagonista, ya visto en “Una pistola
para Ringo”, Fernando como mexicano gruñón, cruel y mezquino es simplemente
insuperable. También tiene su personalidad. Posee un reloj de cadena cuya
música suena como el tema principal de la película (un detalle muy acertado).
La anécdota que cuenta Gordon sobre cómo heredó el reloj de su padre es una
muestra más de su perversidad. Toma de su antecesor (su personaje de jefe de la
banda en “Una pistola para Ringo”) el vocabulario (“¡Vamos!”, “¡Adiós!”) en español,
que destaca sobre todo si se ve la película en versión original, en italiano;
pero resulta más serio (suponemos que por Michele Lupo) que el de la película
de Tessari, que está rozando la parodia.
Otro dato a tener
en cuenta es el encuentro de Arizona con Gordon cuando el primero se presenta
ante él y sus hombres para negociar la cabeza de Klay (Pazzafini). La escena
recuerda a cuando Ted Barnett (Giuliano en “Los largos días de la venganza”,
Florestano Vancini, 1967) intenta mercadear, también él solo, con el bandido
mexicano de turno y toda su panda. En las dos ocasiones terminan atizándole.
Recordemos que “Los largos días de la venganza” lleva somo subtítulo Facciadangelo (Cara de Ángel). Posiblemente
de esa película se iba a encargar Duccio Tessari, lo que cuadraría con que el
jefe de los mexicans en “Los
largos...” actúe de manera parecida y tenga un físico semejante a Fernando Sancho, aunque sin la gracia de
éste.
Como se ha visto
más arriba, Nello Pazzafini, habitual secundario en los westerns hispano-italianos,
tiene un papel importante en la trama. Asimismo, podemos disfrutar de la
presencia del entrañable Roberto Camardiel, que aparecería también en la
secuela “Arizona Colt Returns” (Sergio Martino, 1970) con el mismo papel de
Doble Whisky, y acompañando ya no a Giuliano Gemma, sino a Anthony Steffen; de
la bella Rosalba Neri (que participaría también en la mentada secuela), José
Manuel Martín, otro rostro conocido del eurowestern, Andrea Bosic y la francesa
(y algo gélida) Corinne Marchand, la protagonista femenina.
Giuliano Gemma con Nello Pazzafini
Giuliano con Corinne Marchand
Momentos a
recordar del film serían el salto acróbata de Giuliano desde un árbol, la banda
mexicana en tropel galopando por las gargantas de Almería, que es un
espectáculo, y el duelo final entre ataúdes de Arizona y Gordon.
El guión es de Ernesto
Gastaldi (“I giorni dell’ira) y de Luciano Martino y la música, otro elemento
fundamental de la película, es de Francesco De Masi, notable compositor del
West europeo. El tema principal está cantado por Raoul. La banda sonora, en
general, es dulce y melodiosa, francamente bella.
De los westerns sesenteros de Giuliano,
éste es uno de los mejores. Y aquí no vale el “lo debo pensar”…
El sábado 11 de octubre, dentro de las actividades programadas por el Almería Western Film Festival, está previsto un homenaje a Giuliano Gemma con una charla-coloquio a cargo de Rafael de España (profesor asociado de la Universidad de Barcelona, autor de libros sobre el cine español, peplum y western mediterráneo) y de José Salcedo (productor de "Por techo, las estrellas" (Giulio Petroni, 1968). A continuación, se proyectará "Una pistola para Ringo". Todo esto en el poblado Mini-Hollywood, a partir de las 19.30 horas. ¡No se lo pierdan!
“Una pistola para
Ringo” (Duccio Tessari, 1965) es un western de tono desenfadado que pone de
manifiesto que se puede mantener el equilibrio drama- comedia sin caer en el desvarío
que más tarde nos traerían los setenta. Puro entretenimiento, el film es la
versión del héroe positivo, alegre y cuasi-festivo del peplum tessariano, ahora
residente en los parajes almerienses. Irradiando, además, un espíritu aventurero
burlancastiano, “Una pistola para
Ringo” se convierte en alternativa más que decente de la incipiente y exitosa
propuesta de Leone.
Asistimos con
esta película a la primera reunión de la troupe
Tessari (aunque alguno ya apareciera en “Los titanes”, caso de Giuliano y
Fernando Sancho, por ejemplo). Giuliano Gemma, Lorella De Luca (esposa de
Tessari en la vida real), Fernando Sancho, Nieves Navarro, Manuel Muñiz
“Pajarito”, George Martin, Antonio Casas y Nazzareno Zamperla (en ocasiones
sustituido algún miembro por otro como George Rigaud) coincidirán en otros
films del director. Hasta el mismo Tessari se une a su equipo actoral. En la
cinta que nos ocupa, como hombre de la banda de Fernando Sancho (repite además
en “El retorno de Ringo” y se le puede ver también en “Kiss Kiss Bang Bang”). Aquí
es el rebelde del grupo, el “metecizaña”. Una muestra más de la ironía que
caracterizaba al director.
Tessari haciendo de las suyas
Un grupo de
bandidos mexicanos roba un banco y en su huida, perseguidos por el sheriff (George
Martin) y sus hombres, se refugian en una hacienda tomando como rehenes a los
que viven allí. La hija del dueño (encarnado por Antonio Casas) es la prometida
del sheriff (Lorella De Luca), así que éste, desesperado, recurre a Ringo “Cara
de Ángel” (Giuliano Gemma), al que tiene preso en su oficina, para que vaya a
la finca haciéndose pasar por un fugitivo.
Fernando Sancho
Cortijo de El Romeral (San José, Almería)
Pozo de los Frailes (Almería)
Giuliano Gemma inaugura
su sobrenombre, con el que ya se le conocerá, Ringo Facciadangelo, Cara de Ángel. Ringo es un nombre con
una tradición importante en el western (fue uno de los primeros personajes
interpretados por John Wayne); por tanto Tessari homenajea al género y Giuliano
hace su particular tributo al Burt Lancaster de “Veracruz” (y de los mares). La
mezcla de ambos originará un nuevo arquetipo de pistolero que se caracteriza
principalmente por la precisión en el disparo, pero también por sus piruetas,
ya sean manuales o de cuerpo entero, y por su astucia o inteligencia (rasgos
definitorios también, en su mayoría, del protagonista de “Los titanes”, el
peplum que unió por vez primera a Tessari con Giuliano).
Burt Lancaster en "Veracruz"
Ringo se convertirá,
como los antecesores cowboys de los que bebe, en ídolo de los niños de su época.
A esto contribuye seguramente el hecho de que sea un héroe “blanco”, es decir,
sin maldad, pero pícaro, y autorizado para todos los públicos: bebe leche en vez
de whisky, juega al sambori o rayuela con los niños... Su complexión atlética
le ayuda. No hay más que fijarse en la escena de su llegada a la hacienda,
saltando del caballo, mítica. “Es cuestión de principios”, como “Lo debo
pensar” en “Arizona Colt” (y que luego el propio Tessari autoparodiará en “Kiss
Kiss Bang Bang”), será frase recurrente de nuestro Cara de Ángel, sobre todo para hacer enfadar al capo de los
bandidos. Esta estilización, este encumbramiento de tópicos, mitificación al
fin y al cabo, entronca a Tessari con Leone, su otrora compañero de libretos y
dirección.
Además de Ringo,
el personaje estereotipo que hay que celebrar es el de jefe mexicano. Inmenso en
su caracterización de bandido ora despiadado, ora cascarrabias, Fernando Sancho
forja un personaje realmente entrañable. Con esa risa sonora, su lenguaje (en
la versión italiana dice algunas palabras en castellano: “Quieto, hombre”,
“Adiós”, “¡Vamos!”, “Adelante”, “Buenos días”), su acento, ese bolsón donde
mete el dinero que roba al banco al principio del film y que lleva con él a
todas partes... En realidad, a veces raya la caricaturización, pero, cuando
sucede esto, Tessari resuelve la papeleta introduciendo escenas tensas y así
alcanza enseguida el equilibrio tonal. De este modo, se puede ver
indistintamente a Sancho lanzando graciosos improperios a Ringo (“Maldito hijo
de la matraca”) o matando cada día a un trabajador de la hacienda para
mandárselo al sheriff. Tessari no nos deja descansar. Nos hace ver con estos
tejemanejes que todo, en verdad, es una farsa.
Carlos Aguilar,
en su novela “Coproducción” (Ed. Valdemar, 1999), le rendirá homenaje,
palpándose su esencia en el personaje de capo de los gitanos (novela
recomendable para los amantes del spaghetti western, pues reconocerán muchos
guiños y personajes).
Otro personaje a
destacar sería el interpretado por el gran Antonio Casas. Un hombre educado,
exquisito, que con sus buenos modales ablanda el corazón de la forajida Dolores
(Nieves Navarro, guapísima aquí) y la “reconvierte”; la viste incluso de señora
para la celebración de la Nochebuena, ante los incrédulos ojos de su hija y de
los bandidos. Dolores, cansada de la rudeza con la que la trata Sancho, se
siente bien con el patrón de la casa y el cariño que éste le dispensa, de
manera que no le importa morir por defenderlo.
Y a todo esto lo
acompaña una música insuperable, obra de Ennio Morricone.
Tema principal cantado por Maurizio Graf:
En definitiva, director y
protagonista crean un nuevo personaje-tipo -que sólo podrá interpretar Giuliano
Gemma, por su rostro amable, sonrisa eterna, por su físico de atleta y carita
de ángel- que decantará la carrera western de Giuliano hacia una línea de corte
clásico y familiar, en la cual estará cómodo. Y se nota. Es por eso que
inconscientemente el espectador siente a sus personajes, y por consiguiente, a
él, cercanos. Como diría Sancho: “El muchacho... ¡me gusta!”
Gracias infinitas a Marco Fanciulli por las fotos de rodaje, y por extensión, a... Giuliano Gemma.